Hace más de tres mil años los antiguos pobladores de Ceibal realizaron una serie rituales que consistían en depositar objetos de gran valor debajo del suelo en una de las plazas utilizadas para la medición del tiempo. Estas ceremonias tuvieron el objetivo de sacralizar el lugar debido a que era gran importancia para determinar el tiempo de siembras y cosechas. La serie de rituales concluían dejando enterrados esos objetos y así permanecieron “escondidos” durante siglos.

Inicio julio 2019.
Cierre enero 2021